Reseña: Si aprender a preparar un té lleva toda una vida, ¿qué se aprende realmente al aprender a preparar un té? Esa es la pregunta que Malena Higashi rodea en este ensayo, a la manera japonesa: sin proponer una respuesta, a través de anécdotas, poemas y reflexiones capaces de acercar la ceremonia del té, uno de los rituales más exquisitos de la cultura nipona, a la llaneza de la vida cotidiana. Tareas como purificar los utensilios, hacer un arreglo floral, disponer el carbón y calentar el agua aparecen, en las palabras de su autora, como una verdadera meditación en movimiento, e invitan a detenernos en el presente y a apreciar las cosas simples, con todos nuestros sentidos.