Pablo, Marcelo, Nacho y Julito van a la playa en ómnibus.
Magalí, una prima de trece años, viaja con ellos. -Bueno,
chicos, ahora vamos a dormir -dice Magalí. Pero para los
chicos el viaje es una aventura y lo que menos quieren es
dormirse. Hasta que aparece el señor Pantallas, caminando
enojado por el pasillo... Y eso no es nada. Todavía ni
sueñan con enfrentarse a un animal rosado, de gran
cabeza, con ojos enormes y ocho patas llenas de ventosas.