Un enemigo para la nación parte de la pregunta, tan
transitada e incesante, acerca de las razones por las
cuales la sociedad argentina alcanzó las espirales de
violencia que después de varias décadas confluyeron en la
dictadura militar de 1976.
Con esta preocupación, Marina Franco analiza el problema
de la violencia en el período constitucional que se
extendió desde mayo de 1973 hasta marzo de 1976 y examina
la imbricación histórica que se estableció entre las
prácticas estatales de carácter autoritario y represivo y
los discursos políticos y periodísticos dominantes. De
este modo, identifica los elementos que configuraron, a
partir de 1973, un estado de excepcionalidad jurídica
creciente vinculado con una lógica político-represiva
centrada en la eliminación del enemigo interno. Así, el
golpe de Estado de 1976 aparece como parte de un proceso
de deterioro institucional del Estado de derecho, y no
como su mera interrupción.