Reseña: Este libro propone abordar al ars discernendi como un objeto de estudio considerado en sí propio, sin por ello descuidar los modos específicos de producción de los discursos orales y escritos, o los contextos socioculturales y políticos sin los cuales resultaría imposible comprender las mutaciones y los cambios internos que la bimilenaria tradición experimentó a lo largo del tiempo. Es en el contexto de esta perspectiva centrada en la deconstrucción hermenéutica del ethos del discernidor cristiano y en la recuperación de la lógica que subtendía las grillas, las redes conceptuales y las mallas clasificatorias que ponía en juego, que rápidamente comprendemos que la historia del discernimiento de espíritus no es sino un emergente más -con toda probabilidad, uno de los más claros y evidentes- de la sempiterna rivalidad que desde los orígenes mismos del cristianismo se ha venido dando entre institución y carisma, religión oficial y religiosidad para-institucional, formalismo ritual y entusiasmo religioso, profecía pública y revelación privada, formas mediatas y mecanismos inmediatos de acceso al orden sobrenatural, vías ordinarias o caminos extraordinarias de salvación individual.