ARTURO JAURETCHE Polémicas "Me acusan de falta de ecuanimidad, de excesiva pasión en mis polémicas... pero, en cambio, son ellos las víctimas de un estado de conciencia que les impide toda ecuanimidad." ARTURO JAURETCHE La polémica pública como punto de acuerdo o disidencia, reveladora de antinomias históricas, equívocos conceptuales y aun coincidencias saludables y no advertidas por los propios polemistas, es una de las carencias que padece el universo de la cultura nacional. Y es por eso que hoy los más viejos extrañan -y los más jóvenes ignoran- las lúcidas y provocativas reflexiones y refutaciones de ese gran polemista que, entre otras cosas, fue Arturo Jauretche. Hombre "con ideas nacionales" y de larga militancia en el campo popular desde los tiempos de FORJA hasta su muerte, se atrevió a arremeter contra el establishment, señalando con nombre y apellido el personaje o la institución convocados por su crítica. Así, en estas Polémicas, cuestiona a la intelligentzia argentina -"los sometidos al pensamiento de la superestructura"-; se mete con mitos vivientes como Victoria Ocampo, con personajes como Alicia Jurado y Guillermo de Torre, pasando por Julián Centeya, un joven Juan José Saer, el historiador Felix Luna y Bonifacio del Carril, entre otros. Y también vemos aquí que su relación amistosa con Ernesto Sabato no siempre se canalizó por aguas calmas. Escritas en ese estilo coloquial, satírico, punzante, es decir inconfundiblemente jauretcheano, estas Polémicas recogen las inquietudes sociales y políticas, el pensamiento y los sueños de un argentinp isoslayable.