En el año 2009, Gabriel Rolón publicaba su segundo libro. Después del éxito rotundo y casi sin precedentes de Historias de diván, llegaba a las librerías Palabras cruzadas para reconfirmar el lugar central de su autor en la industria editorial de los últimos veinte años en la Argentina. Pero también -y en esto marca un verdadero hito- terminaba de consolidar un vínculo inédito hasta ese momento entre el Psicoanálisis y un público lector cada vez más numeroso. Y no era para menos. En ese camino que el libro proponía -propone-, en ese tránsito desde el dolor hacia la verdad, los casos narrados dejaban honda su huella en quienes se atrevían al desafío. La angustia, los miedos, la sexualidad, el amor y el desamor, las adicciones y la soledad se dan cita en un viaje que paciente y psicoanalista emprenden juntos. Una travesía las más de las veces dolorosa, sí, pero que una vez cumplida se vive como transformadora, poderosa, irreductiblemente humana. En esta edición definitiva y revisada, que incluye un caso nuevo, Rolón se lee a sí mismo. Se anima a interpelar ese reflejo que le devuelve un espejo anclado en una sociedad otra en la que los debates por las políticas de género, la legalidad del consumo de marihuana y los usos disruptivos de la lengua -de un idioma-, entre otras cosas, no tenían ni la visibilidad ni el peso específico que tienen hoy.