Cuando Darl Moody dispara su rifle contra algo que se
mueve entre los arbustos, cree que le ha dado a un
jabalí. Al acercarse a su presa, se da cuenta de que
acaba de matar a un hombre. La víctima, un pobre
desgraciado que recogía ginseng furtivamente, es el
hermano de uno de los tipos más violentos de la zona. En
un arrebato de pánico, Darl decide deshacerse del cadáver
con ayuda de su mejor amigo, Calvin Hooper, quien, a
pesar de sus reticencias, accede a encubrirlo. Ninguno de
los dos es consciente de que enterrar el cuerpo será el
menor de sus problemas.