"La mujer rusa oscila entre el suspenso y la ironía. Tavier, protagonista y narrador, trata de informarse sobre la vida de un hombre oscuro que vivió en la Ciudad de Buenos Aires cien años antes, un hombre que, al igual que la mujer rusa, llegó de lujos accidentalmente y aunque fundó una modesta dinastía provinciana, vivió siempre como un perfecto extranjero, íntimamente ajeno a su propio entorno. Pero ningún dato es para Tavier suficientemente satisfactorio y como historiador y biógrafo comprende que sólo es posible reconstruir la realidad del pasado mediante los recursos de la imaginación. En muchos sentidos. La mujer rusa es la novela de la memoria en guerra con el olvido." " Rodolfo Rabanal "