En las últimas décadas, los estudios sobre metáfora han
experimentado un vigoroso desarrollo que superó las
fronteras lingüísticas y filosóficas para converger en
interesantes descubrimientos en relación con la
psicología, la antropología, las ciencias cognitivas, la
semiótica, las ciencias políticas, las artes, entre
muchas otras. El develamiento de las múltiples
funcionalidades que cumple la metáfora logró lanzarla al
encuentro de muchas otras responsabilidades cognitivas y
discursivas, más allá del limitado círculo al que había
sido replegada en los últimos siglos, dentro de las
fronteras de los estudios literarios, como un "adorno"
del lenguaje poético.
Desde esta perspectiva, las metáforas se revelan como un
espacio de encuentro entre los dos hemisferios
cerebrales, implican una relación interactiva entre
emoción y razón y, desde allí, contribuyen a construir
ciertas maneras de conceptualizar a la mujer, al Estado,
a la familia, al adversario político, entre una infinidad
de posibilidades. El notable rendimiento cognitivo de las
metáforas podría explicarse porque permiten entender
conceptos abstractos y complejos a partir de realidades
más simples y concretas. Es por ello que las metáforas
nos proponen maneras de pensar y de actuar, nos
condicionan ideológicamente y nos movilizan
afectivamente.
En las páginas de este libro, podemos encontrar esas
"metáforas en acción" que, atravesando variedad de
discursos, impactan nuestros juicios y reflexiones cada
vez que intentamos descifrar las múltiples
interpretaciones que proyecta un texto. Además, se
acercan al lector algunas claves para desarticular
ciertos mecanismos sutiles de discriminación que
impregnan de violencia retórica nuestro lenguaje.