La vida de Hideo Suzuki es tranquila, mediocre, no pasa
nada. A sus 35 años trabaja como asistente de un mangaka,
deseando pegarla con algún manga de éxito alguna vez.
Como Bakuman, pero en la triste e injusta vida real. No
obstante, el golpe de efecto, de vida, de emoción que
necesita su existencia, es el inicio de una epidemia que
convierte a las personas en monstruos sedientos de
sangre. Mientras que la infección se extiende por todo
Japón, con peligro de llegar a todo el mundo, Hideo
intenta sobrevivir y ayudar a paliar los efectos de la
destrucción de la sociedad japonesa, que ahora está
compuesta por una horda de infectados. Los
sobrevivientes...