Reseña: En las ciencias sociales irrumpió un tipo de
explicación analítica sin horizonte histórico o social,
en la que el Estado se asume como una entidad perenne, y
no como resultado de un devenir histórico. No se lo
considera tampoco imbricado en estructuras sociales
específicas, dinámicas y contradictorias. Esta visión
conservadora, aunque relativamente actualizada, anima
hasta hoy la mayoría de las explicaciones del Estado y de
la política. Buena parte de las ciencias sociales trata
el objeto de la política y del Estado, identificándolos
con el iuspositivismo o sobre la base de herramientas
teórico-analíticas conservadoras, que restringen los
fenómenos aprehendidos a sus manifestaciones
inmediatamente cuantificables, mensurables o repetibles.
Al mismo tiempo, esas manifestaciones pueden revelar
patrones de reproducción medios que, en ciertos
intervalos históricos y bajo determinadas condiciones
sociales, perduran de modo relativamente estable. Pero
estos patrones medios no conducen a un entendimiento
causal, estructural, relacional e histórico de los
fenómenos de la política y del Estado, ni de sus
problemas, contradicciones y crisis.