Reseña: La existencia de un aparato institucional
complejo y el dominio del centro sobre los aspectos
esenciales de lo que se decide a escala nacional
introducen de hecho una brecha entre el pueblo y aquellos
a los que éste designa para representarlo. Es esta brecha
la que define a la democracia representativa. Toda
campaña marca la quintaescencia de la representación, en
el doble sentido del término delegación y puesta en
escena . Los pretendientes deben probar su capacidad para
representar, es decir, para encarnar las expectativas de
los electores. La campaña permite ver también la
representación de un espectáculo único destinado al
público. Ella presenta el atractivo de una novela en
donde seguimos con pasión los avatares de los grandes
protagonistas. Si el relato está bien hecho, los lectores
permanecen en suspenso desde el inicio hasta el final. La
elección presidencial, por ejemplo, es un ritual drama,
noción producida por el antropólogo Max Gluckman para dar
cuenta de las transiciones en las monarquías africanas.
Esta noción se aplica perfectamente, entre otros, al
contexto francés. En el régimen de la Quinta República,
caracterizado por la centralización y la personalización
del p...