Es verano y en Formosa. Impenetrables bosques de
quebrachos y algarrobos le hacen un claro al casco de la
estancia "La Endiablada". Sus dueños, Guillermo y Neneko,
oriundos de Paraguay, siempre andan armados y, además de
mucho dinero encima, cargan enormes ganas de divertirse.
Desde una avioneta salen a cazar patos, pero al mediodía
de un día
cualquiera inician un vuelo que los llevará a lo
inesperado.