En El director se entrelazan cuatro voces para dar forma a una historia en la que quedan expuestas todas las obsesiones de un director de escuela al que le diagnosticaron una enfermedad terminal. El pasado, el futuro o la futura, porque es una vez femenina , el director y la ¿polémica? novela que escribió se alternan para exhibir las preocupaciones de un hombre que parece estar rendido frente a su propia realidad: vivir con su madre, estar solo y padecer la incertidumbre sobre su propia vida. La realidad, para mí, hoy, es marginal porque es incontrolable. En estos momentos no le puedo conceder mucha importancia.