DAVID GOLDER
Irene NÉMIROVSKY
Narrativa; ISBN: 978-84-9838-059-0; Páginas: 160; PVP: 
Tomando como modelo la figura de sus padres, arquetipos 
del millonario hecho a sí mismo y la esposa egocéntrica y 
despilfarradora, Némirovsky despliega su aguda percepción 
psicológica en la descripción del mundo de los grandes 
negocios, territorio de personajes sin escrúpulos en el 
que la voracidad de los hombres es tan grande como la 
precariedad de sus fortunas.
David Golder es un banquero caído en desgracia tras una 
grave crisis cardiaca sufrida en un casino de la Costa 
Azul. Cuando las malas noticias sobre la salud del 
financiero se extienden, las acciones de sus empresas se 
desploman. Así, de la noche a la mañana, Golder se 
encuentra en la bancarrota; arruinado, enfermo y 
abandonado por su mujer y su única hija, se recluye en un 
piso vacío de París. Si bien ha perdido todo, aún 
conserva el espíritu luchador y el amor por el riesgo que 
le permitieron abandonar el mísero gueto ucraniano donde 
nació y convertirse en uno de los hombres más acaudalados 
de Francia. Cuando la oportunidad de enriquecerse de 
nuevo se presenta ante él, Golder no dudará un segundo en 
lanzarse a la aventura, lo que lo llevará a algunos 
escenarios de su juventud. El riesgo, nada menos que su 
propia vida, es grande, pero la ganancia es, a sus ojos, 
aún mayor: obtener una fortuna superior a la anterior y 
recuperar a su hija, la única persona que ha amado en 
este mundo.
Ir ne Némirovsky  Kiev, 1903-Auschwitz, 1942  huyó de 
Rusia con su familia tras la revolución rusa de 1917. Los 
Némirovsky, que poseían una inmensa fortuna, se 
establecieron en París en 1919. Hija única, Ir ne recibió 
una educación exquisita, aunque padeció una infancia 
infeliz y solitaria. Tras obtener la licenciatura de 
Letras en la Sorbona, en 1929 envió su primera novela, 
David Golder, a la editorial Grasset. Era el comienzo de 
una brillante carrera literaria, que consagraría a 
Némirovsky como una de las escritoras de mayor prestigio 
de Francia, elogiada por Cocteau, Paul Morand, Robert 
Brasillach o Joseph Kessel. Pero la Segunda Guerra 
Mundial marcaría trágicamente su destino. Deportada y 
asesinada en Auschwitz, igual que su marido, Michel 
Epstein, sus dos hijas conservaron sin saberlo durante 
decenios un manuscrito que finalmente vio la luz el año 
2004. Con el título Suite francesa, la novela obtuvo el 
Premio Renaudot, fue aclamada por la crítica y se 
convirtió en un clamoroso éxito de ventas, relanzando el 
interés por una autora que bien puede situarse entre los 
grandes escritores franceses del siglo XX.