Cuando Diluvio, el niño más alto de Nimedia, escucha que su mamá le pide que vaya a la feria a buscar una sandía, ni se imagina lo que va a pasar. ¿Quién podría imaginarse que la sandía en cuestión estaría llena de pepitas de oro? Y es de no creer lo que la gente está dispuesta a hacer por una sandía con pepitas de oro. Pero esa no es la única sorpresa que esconde ¡Cuánto cuento! Aquí, nada es lo que parece, y un hilo celeste puede ser un río, una letra puede ser una Plapla que es una cosa muy distinta , un yacaré puede ser un colectivo ¡y vivir como una princesa puede ser muy aburrido! La fantasía, el juego y la aventura se dan cita en estos cuentos para confirmar una vez más la aguda inteligencia y la exquisita originalidad de María Elena Walsh.