Colección: Zona de tesoros
Reseña: Seré serio como el placer. La gente no sabe lo
que dice. No hay razones para vivir, pero no hay razones
para morir tampoco. La única forma en que se nos permite
manifestar nuestro desdén por la vida, es aceptarla. La
vida no merece que nos tomemos la molestia de
abandonarla. Podemos por caridad ahorrarsela a alguien,
¿pero a nosotros mismos? La desesperación, la
indiferencia, las traiciones, la fidelidad, la soledad,
la familia, la libertad, la pesadez, el dinero, la
pobreza, el amor, la falta de amor, la sífilis, la salud,
el sueño, el insomnio, el deseo, la impotencia, la
chatura, el arte, la honestidad, el deshonor, la
mediocridad, la inteligencia, no hay ni para empezar.
Sabemos demasiado bien que estas cosas son para tener
cuidado; con suerte buenas para propagar algunos
negligentes suicidios accidentales.